15 febrero 2011

Safari, el "diferente"



Safari es el navegador por defecto en todos los ordenadores de Apple. Es una de las aplicaciones más usadas en iOS, y en Mac OS X tiene una respetable porción de cuota de mercado, aunque lentamente competidores como Chrome o Firefox van ganándole terreno a un ritmo que no debe de gustar mucho en las oficinas de Cupertino.
Dejando a un lado los problemas que pueden dar los complementos como Flash y la posición que tiene Apple sobre ellos, Safari se promociona como uno de los navegadores más estables y seguros del mercado. Basado en el proyecto abierto Webkit (que se está estableciendo como uno de los mejores motores presentes en estos momentos), Apple tiene en su poder a un navegador robusto, eficiente y que ofrece una buena experencia de navegación.
¿Cuál es entonces su problema? ¿Por qué la tendencia de uso deriva hacia Chrome (que usa el mismo motor de renderizado que Safari) y Firefox, provocando un leve pero continuo declive del navegador? En la entrada extendida examino algunos de los posibles motivos.
Todos sabemos que la metodología de Apple para el desarrollo y el concepto de sus aplicaciones es todo un monto aparte. En Cupertino tienen su modo de hacer las cosas, y difiere bastante del resto de compañías de software. La consecuencia que tiene esto es el primero de esos motivos: mientras que Firefox, Chrome y Opera tienen un desarrollo muy activo, Apple presenta (con suerte) una versión mayor cada año alrededor de la WWDC.
Nos encontramos en una época en la que los navegadores están evolucionando muy rápidamente, probando nuevos conceptos y lanzando nuevas funcionalidades a un ritmo vertiginoso. Con la competencia trabajando tan duramente y Apple lanzando una versión de Safari tan esporádicamente, es lógico que los usuarios se vean atraídos por las novedades de los rivales.
Por supuesto, Apple es una compañía que abarca muchísimas más áreas mientras que Mozilla dedica prácticamente todos sus esfuerzos en el navegador Firefox. Pero del mismo modo Google también es un auténtico imperio de internet, servicios y software con un desarrollo frenético en la división de Chrome, con una nueva versión estable cada seis semanas y con novedades importantes en cada una de esas versiones.
Desde luego, no estoy diciendo que Apple no haya intentado aportar mejoras a su navegador. En la versión 4 beta, la compañía hizo un intento para implementar las pestañas superiores en el navegador, que finalmente terminó rectificando en la versión final estable. De todos modos, si Apple quiere que Safari gane terreno en el mercado de los navegadores, debería ofrecer actualizaciones más frecuentemente si no quiere verse ahogado por la competencia. Y no, lanzar una versión para Windows no es suficiente.
Pero bueno, a lo mejor estoy hablando demasiado pronto. Mac OS X Lion está a menos de medio año de aquí, y con él viene un más que probable cambio en el diseño de Safari. Estoy particularmente interesado en cómo va a ser ese rediseño, y sobretodo en cómo va a comportarse la interfaz en cuanto la usemos a pantalla completa. Pero me temo que tendremos que aguantarnos hasta una nueva versión para desarrolladores de Lion para ver algo.
Imagen | Colin Zhu




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