Si, habéis leído bien, y si os dais cuenta, alguna vez habéis tenido esta duda y si no la habéis tenido seguro que después de leer este post la vais a tener.
Como usuario de productos Apple siempre ocurre que después de la presentación de un nuevo producto te planteas si este producto es necesario en tu día a día. Me ocurrió cuando presentaron el iPad retina display, ya me había planteado esta duda cuando presentaron el iPad 1, pero su baja resolución de pantalla me echo para atrás. Pero esto no ocurrió cuando presentaron el iPad retina display. Tenía la necesidad de un dispositivo más grande que el IPhone y menos pesado que el Macbook Pro de 13 pulgadas. Tenía la necesidad de consumir información, navegar por Internet, disfrutar del multimedia tumbado tranquilamente en el sofá.
Por todo esto apareció en mi vida el IPad tercera generación. Ipad que he disfrutado y disfruto; y del que estoy sumamente contento. Se ve perfecto, sigue funcionando a dia de hoy de manera espectacular y la bateria dura y dura, pero tiene un problema, bueno en realidad dos, su tamaño poco portable y su peso, que es realmente pesado para llevarlo encima en el día a día.
Estoy acostumbrado a llevar el ipad siempre encima, para esto me compre un bolso que me permite llevar el ipad, la camara de fotos, los cables, la documentación, etc. Pero claro, cuando te das cuenta del peso que llevas te das cuenta que llevas demasiado peso al hombro, y este se resiente.
Pues bien, he caído en la tentación de un ipad mini, me costó decidirme pero al final caí. Evidentemente no quería comprarme un ipad mini nuevo, ya que creo que su precio es demasiado elevado y demasiado cercano al ipad air. Por eso me lo compre de segunda mano, y solo puedo decir una cosa, creo que he acertado y que debía de haberlo echo mucho antes.
En los siguiente post os explicaré que ipad mini he adquirido y de que capacidad.