15 febrero 2011

Te juro por el jersey de cuello vuelto de Steve Jobs que esta habitación es blanca [Veredicto: decorar con un proyector nunca fue tan fácil]




Esos estampados imposibles, esas paredes con papel pintado, ese aire hippy lisérgico y psicodélico… no existen.
Esa habitación en la que jurarías que habría pasado sus mejores noches Timothy Leary en realidad… casi parece que responde al típico diseño blanco y minimalista propio de Apple. Pero entonces ¿por qué tiene esa apariencia tan colorida? Un poquito de mapeo tridimensional, un par de proyectores de vídeo y un poquito de variedad cromática. Y aún hay más.

Un salón señorial con sofá de cuero, el dormitorio de Bob Esponja, el escenario de una peli de Almódovar, un loft neoyorquino con muros de ladrillo visto, el interior de una acogedora cabaña de madera, el refugio de un psychikiller…
No hay límites decorativos a lo que la imaginación pueda generar. En esta instalación debida a Mr. Beam, con “m”, no confundir con el humorista británico, ha logrado convertir una simple estancia en una multitud de ambientes gracias a que sobre las paredes y los muebles blancos se traslada mediante dos proyectores las distintas texturas decorativas capaces de alterar por completo una habitación.

Una ardua tarea de mapeado tridimensional de la habitación para que al aplicar cada textura a cada elemento (muro, sofá, suelo, mesa…) no se “salga” de sus límites y nos dé esa asombrosa apariencia de estar observando distintos muebles y paredes cuando sigue siendo la misma. Cambiar la decoración de tu hogar jamás fue tan sencillo. 

Más información [Have You Seen This]

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