19 enero 2011

Diviértete en la oficina con la nueva hornada de robots esclavos



El paro en el futuro puede que tenga un aliado más aparte de la crisis, los robots de oficina, y no creas que es algo muy lejano, de hecho puede que este año empecemos a verlos en más de una. A diferencia de otros robots creados para trabajos pesados, riesgo o de difícil acceso para los humanos, estos están pensados específicamente para sustituir a las personas en tareas cotidianas. Descubre a tus nuevos compañeros de trabajo tras el salto.
A pesar de la lucha constante que realizan muchos empleados para contrarrestar el paro, dedicándose a visitar Facebook y jugar online continuamente para disminuir la productividad, de forma que obliguen a contratar a más gente, todo esto puede acabar cuando los esclavos empleados robóticos se instauren en nuestras oficinas.


Trabajadores incansables destinados a hacer de becarios y en los que destacan 3 modelos:
HRP-4: creado por la empresa japonesa Kawada Instruments y con un aspecto totalmente humanoide. Empezará a venderse este 28 de enero a un precio de 350.000 dólares. Es capaz de andar, reconocer caras, reproducir voz y realizar tareas sencillas . No me preguntéis por qué parece que tiene las rodillas "acolchadas" y en que posición lo van a colocar…


PR2: más caro incluso, 400.000 dólares, pero cambia las piernas por ruedas para hacerlo más rápido y eficiente en su movimiento, aunque con menos accesibilidad. Está pensado para realizar tareas simples como llevar objetos y documentos de un sitio a otro y realizar tareas tan indispensables como llevar café o cerveza donde más se necesiten.


Anybots QB: nuestro último amigo robótico es mucho más barato, 15.000 dólares, pero más que un robot se trata de un sistema de telepresencia que permite que el jefe controle la oficina sin salir de casa. Además cuenta con un puntero láser para que en las reuniones te sientas amenazado como la presa de un Predator.
De todas maneras tranquilos, hasta que no tengan un módulo para hacer chascarillos, ponerle motes al jefe o gastarle bromas pesadas a los compañeros, todavía existirá un hueco para los humanos.


Más información [Bloomberg BusinessWeek]

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