Cuando vas por una gran ciudad y quieres aparcar, puedes hacer dos cosas. O dar cinco mil vueltas hasta que tu paciencia se agote, o dejarte los cuartos en el parking. En ciertos lugares, además, la zona azul (donde hay que pagar por aparcar) ha invadido la mayor parte de la ciudad, para exprimir los bolsillos del personal.
Pero los parkings son algo incómodos. En muchos de ellos no encuentras plaza hasta que estás tres o cuatro pisos bajo tierra, con olor a tubo de escape, neumático, aire que parece que sea de lata y un incómodo silencio únicamente interrumpido por el desagradable chirriar de otras ruedas contra el pavimento.
Siempre que vivas en el presente y no en el futuro, donde los coches se… “archivarán” en su sitio. Ellos solitos. Descúbrelo en el vídeo tras dar un salto.
Aquí lo tenéis: The Cube (El Cubo) en Birmingham, Reino Unido. Un parking totalmente automatizado que coge tu coche y se lo lleva Dios sabe dónde.
Y será en el futuro, cuando todos los parkings sean así (como en Yo, robot), cuando el ladrón ya no tenga que seguirte hasta tu coche u obligarte a decir cuál es, a punta de navaja. Le bastará con hurtarte el llavero, donde tendrás las llaves del coche y el imán-ticket. Le servirán tu coche en bandeja.
Aunque este tipo de parking ya lo he visto yo en Vigo y funcionan muy bien.
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