Locos alemanes, en un alarde de virtuosismo cerebral, han creado el Hockern. Solamente les ha hecho falta un trozo de plástico para convertirlo en la máxima expresión del deporte callejero.
¿En qué consiste? Lo mejor será que lo veas tras dar el salto, pero si eres de los que cuando hacen 5 segundos de ejercicio ya piden a Dios una superficie donde el culamen pueda reposar, te gustará.
Para practicar Hockern solo necesitas el Sporthocker: con una forma al estilo agujero de gusano que conecta distintos universos y con una posibilidad alta de que acabes viendo las estrellas (de distintos universos, también), la forma de… llamémoslo "jugar" con el cacherrete de plastiquete es hacer la maniobra más guay que se te pase por la cabeza para luego acabar sentado encima, cual vulgar banqueta barata del IKEA.
Pero eso sí, más molón que nadie.
Si no tenías suficiente con el skate, ahora puedes probar este interesante invento alemán que cada vez tiene más adeptos. No te preocupes, no parece tan peligroso como su análogo sobre ruedas, ni serías el primero que casi se saca un ojo con algo alemán.
Más información [Sporthocker vía Inventor Spot]
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