El Centro de Convenciones de Dublín ha abierto recientemente sus puertas. Esto no pasaría de ser una noticia sino fuera porque (al margen de su cuidado diseño) es el primer edificio del que dicen sus creadores que es capaz de compensar todas sus emisiones de dióxido de carbono. No obstante, a pesar de haber sido diseñado como un edificio “verde” el aspecto estético no lo han dejado de lado, pues cuenta con una sala de espectáculos, un auditorio enorme y suficiente espacio para 8.000 personas.
Pero aunque su apariencia externa sea impresionante, lo que resulta curioso es su funcionamiento interno. Como todos los edificios de este tipo cuenta con sistemas de calefacción y de refrigeración para el confort de las personas que tengan que asistir a algún evento dentro de él. Sin embargo, lo que lo diferencia de otros es que hay un ordenador que está permanentemente monitorizando la temperatura exterior en tiempo real para ajustar el consumo de electricidad en consecuencia. Además, cuando el edificio está lleno de gente es capaz de captar el calor y el vapor de agua para almacenarlo y usarlo en posteriores situaciones.
Por si todo esto fuera poco, puede fabricar hielo durante las horas de menos consumo de energía para usarlo cuando el consumo de energía se incremente haciendo innecesario usar el aire acondicionado. Sin duda, todo esto es algo que si no hubiera ordenadores sería muy difícil de conseguir. No obstante, esperemos que, al contrario de HAL 9000 no se revele contra los humanos, por ejemplo, asándolos de calor.
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