03 noviembre 2010

El primer coche “impreso” en 3D funciona. Ahora hay que bajarse los coches de internet.


Las impresoras tridimensionales cada vez tienen más usos.


A base de acumular diminutas piezas hasta que van conformando un objeto sólido puedes hacer de todo, incluso ropa, pero si vamos uniendo diversas de estas piezas y ensamblándolas entre ellas podemos llegar a tener… pues hasta un coche. Esto es lo que han pensado en Kor-Ecologic, creadores del vehículo Urbee.


Aunque parezca mentira hasta los cristales están hechos a partir de lo que sale de impresoras 3D.


Como un gigantesco puzzle, el Urbee es un coche de dos plazas con tecnología híbrida gasolina-etanol y esta semana se presentará en el salón SEMA de Las Vegas.




El proceso de fabricación pasa por superponer capas y capas de material que van conformando las distintas piezas del automóvil, un proceso que algunas compañías como Boeing utilizan para construir algunas de sus piezas. Una de las ventajas de este método es que se prescinde de las complicadas cadenas de montaje y de un ejército de herramientas y robots (venga, ahora hasta los robots al paro… maldita crisis, ya no respetan a nadie). 


Además cualquier cambio de diseño no implica ninguna modificación en el proceso de fabricación, con el consiguiente ahorro. 


Más información: [Urbee / Fast Company]

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