29 septiembre 2010

Convierte tu iPhone en un estudio de grabación de animación stop-motion




Si sabes quienes eran Willis Obrien y Ray Harrihausen… esta es la aplicación que necesitabas para emular a tus idolos con tu iPhone.

Si desconoces esos nombres al menos te sonarán “King Kong” y “Jason y los argonautas”. Pues esas animaciones de gorilas gigantescos y de esqueletos que luchan con espadas se deben al talento de esos dos grandes artesanos. Y a pesar de los avances informáticos que recrean por ordenador criaturas fantásticas en movimiento algunos aún tienen nostalgia de los objetos que se manipulan moviéndolos un poquito cada vez hasta que con 24 fotografías estáticas puedes tener un minuto de metraje de pelicúla en movimiento.

Ahora puedes hacer tus pinitos en el mundillo de la animación stop-motion gracias a una aplicación de iPhone. ¿Deseas saber más?

Tan sencillo como apuntar, disparar, mover un poquito el objeto, volver a disparar… y así tantas veces como fragmentos de segundo (24 en el cine, 25 en la tele) quieras para cada segundo de animación.

Paciencia y un cierto sentido artesanal son los únicos requerimientos (bueno, y un iPhone, pero si has llegado hasta aquí probablemente ya lo tengas). Dispondrás de varias herramientas en al aplicación para ayudarte a conseguir la ilusión de que un muñeco se mueve, un cubo de Rubik se hace a sí mismo o lo que tu imaginación te dicte. Rejillas, capas superpuestas, autocaptura, sensor de sonido para realizar la foto sin que tengas que tocar la cámara (pudiendo moverla y arruinando la toma) bastando con que des una palmada.






Las fotografías también pueden tomarse a intervalos predeterminados y aparecerá una imagen “fantasma” del fotograma anterior para ayudarte a colocar adecuadamente los objetos que muevas entre uno y otro fotograma.

Además puedes compartir desde la misma aplicación el fruto de tu esfuerzo con los amigos gracias a enlaces directos a correo electrónico, Flickr, Twitter, YouTube… De manera sencilla e intuitiva te descubrirás en unos pocos minutos pensando seriamente en ofrecerte a Tim Burton para ayudarle el día que decida hacer la segunda parte de “Pesadilla antes de Navidad“, a lo que accederá en cuanto vea tu video de una carrera de sillas (ojo al trípode del amigo)



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