05 abril 2011

La cuarta transición: ¿Qué nos depara el futuro de los Mac?


Durante los últimos años hemos visto, como seguro que todos sabréis, como Apple ha tenido un nuevo boom gracias a sus dispositivos móviles con iOS. Las ventas y el mercado que han generado ha sido tan bueno que Apple ha decidido aplicar todo lo aprendido con el sistema móvil y "volver al Mac" con Mac OS X Lion, sistema operativo para los Mac que cambiará notablemente el modo con el que usamos los ordenadores.

Es decir, Apple está aplicando todo lo aprendido con los dispositivos móviles a los ordenadores de sobremesa y portátiles… desde el punto de vista del software. Dicho esto, no es difícil sospechar en que, tarde o temprano, también se aplique a esos Mac todo lo aprendido en los dispositivos con iOS, pero desde el punto de vista del hardware.

Dejemos los dispositivos móviles a un lado y echemos un vistazo al pasado. A día de hoy, Apple ha tenido tres grandes generaciones de ordenadores: los primeros productos con procesadores de Motorola, la siguiente gama de máquinas con procesadores PowerPC de IBM, la generación actual de ordenadores con procesadores Intel, que empezó por los Core Duo, pasando por los Core Duo y acabando con los Intel Core i3, i5 e i7.




Llegados a este punto, uno no tarda en imaginarse una cuarta transición tras el cambio de los Motorola a PowerPC, el cambio de Mac OS 9 a Mac OS X y el cambio de PowerPC a Intel. ¿Qué pasaría si Apple decidiera llevar esos flamantes procesadores A4 y A5 a los Mac? ¿Descabellado? A día de hoy el nuevo iPad 2 lleva un procesador Apple A5 de doble núcleo a 1 GHz y una potencia gráfica que multiplica por 9 a la de su predecesor. Mi MacBook Air tiene un procesador de doble núcleo a 1,4 GHz. No hay mucha diferencia, ¿verdad?

Por supuesto, esto ahora mismo no es posible. Pero viendo la rapidez a la que han evolucionado esos procesadores podemos darle uno, dos, o tres años para que esos procesadores diseñados por Apple, basados en ARM y fabricados por Samsung tengan una potencia equiparable a los procesadores que están fabricando compañías como Intel o AMD.

¿Qué consecuencias tendría la inclusión de un procesador propio de Apple en un ordenador de Apple? Bueno, hay que tener en cuenta que el procesador no está enteramente creado desde cero por Apple: La arquitectura es de ARM y la fabricación es de Samsung.

Pero al fin y al cabo el diseño sobre el papel lo ha hecho Apple. Y eso significa que el nivel de optimización entre el hardware y el software es mayor: el iPad 2 ya nos lo ha demostrado con esos tests de compresión de vídeo. Un Mac con un…. digamos un Apple A7 o A8 (si es que siguen llamándolos así), con el núcleo gráfico integrado, con aceleración por hardware y con un alto nivel de optimización con Mac OS X puede representar un salto gigantesco en rendimiento y en diseño, contando en que esos procesadores son mucho más pequeños y capaces de regular su potencia según se necesite para ahorrar batería.

Una vez más, insisto en que estamos tratando un futuro hipotético y a largo plazo. Pero de cumplirse, sería una transición en la que Apple ya supervisaría incluso el diseño de su propio hardware. Nada de alarmismos: Intel sigue ahí y Apple puede tener planes semejantes con ellos. Pero si esta cuarta transición se cumple, será importante y será la primera que podremos tratar en Applesfera. Nos espera un futuro la mar de interesante.

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