01 octubre 2010

El progreso científico nos dejó momentos estrambóticos


Qué bonito es todo lo relacionado con la tecnología avanzada. Nos empeñamos en mostrar siempre un futuro de bellas curvas, sin una mota de polvo (lo cual es imposible) y muy serio, cuando en realidad durante el progreso científico siempre se ha habido unas situaciones más pintorescas que la cara de Zapate…eeeh quiero decir: situaciones raras, raras, raras. Mira algunas tras nuestro salto.


El señor de arriba no es que esté haciendo fuerza en el retrete: realmente está en un experimento en el que se pretendía observar la reacción del cuerpo humano ante vientos de hasta 480 km/h.


Luego están los gatos escaladores:




No sabemos si definirlo como adorable o tortura. Se trata de otro experimento: esta vez se pretendía saber qué les pasaba a los gatos si permanecían patas arriba durante periodos prolongados.





Estos de aquí no son científicos que estén huyendo de un incendio; más bien se trata de unas pruebas llevadas a cabo en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, del oído interno. Ya sabéis, donde está el
equilibrio.



Y este hombre es el conejillo de indias para las pruebas de los efectos del c
ansancio en vuelos a gran altura. Se supone que le irían metiendo más o menos oxígeno y demás gases para ver qué pasaba. Será el blanco y negro de las imágenes o las válvulas, pero todo tiene aspecto de estar bastante sucio.


Puedes ver más en la galería de imágenes de LIFE, te aguarda otro gato con problemas. 

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