17 enero 2011

Tpresso, porque también existimos los que tomamos te



Ya era hora.


Que no sólo de café vive el hombre y los que tomamos te nos merecíamos un poco de atención. Con el universo Nespresso y los flamantes anuncios de George Clooney los que en los bares y en casa preferimos la tetera y la bolsa de te estábamos un poco fuera de juego, más que nada porque hay que reconocer que ese valor añadido tecnológico de las cafeteras de fascinante diseño y el sistema de capsulitas contenedoras de café son irresistibles. De hecho para un no consumidor de café llegaba a constituir una tentación hacerle un hueco a alguna de esas cafeteras en la cocina, pero luego recuerdas que no te gusta el café y te vas a casa frustrado.


Eso cambia ahora que apareceTpresso, misma filosofía, distinto resultado. Adiós cafeína, hola teína. Y aún hay más.


Inglaterra es una nación civilizada.


Un país donde las discusiones a las 5 de la tarde se centran en si es conveniente añadir la leche a la taza de te antes o después de servir el agua. Con todo, las prisas también llegan a las nuevas generaciones que no son capaces de esperar pacientemente a que la tetera cumpla su cometido y el familiar pitido nos avise de que ya podemos proceder al ritual de servir el agua, que esta adopte el sabor y el color de las hierbas de remota y exótica procedencia mientras preguntamos engoladamente a nuestros invitados si quieren una nube de leche o si les dispensamos uno o dos terrones de azúcar.


Tpresso ofrece la misma velocidad en la preparación de te y de infusiones que las familiares cafeteras del universo Nespresso aunque haciendo honor a su nombre se decanta más por las hierbas que por los granos, por supuesto con un sistema similar de capsulas monodósis. ¿La pega, la gran pega? La maquinita cuesta 575 €.


Creo que voy a seguir con la tetera de toda la vida o con alguna de sus divertidas variantes de porcelana. 


Más información [Tpresso]

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