17 enero 2011

Mirad al pajarito… y cuidado con el flash




Cuántas cosas aprendemos gracias a la cámara lenta.


La cantidad de secretos que guarda la Naturaleza y que pasan inadvertidos para nosotros por desarrollarse a tal velocidad que no somos capaces de apreciarlo. Y no nos referimos únicamente a la repetición de las jugadas más polémicas del partido del domingo.
El tiempo es fugaz y gracias a la fotografía ralentizada lo adecuamos a la velocidad a la que podemos ser capaces de asimilarlo. En el ejemplo de hoy lo que vemos es lo que sucede en la bombilla de un flash fotográfico. Un gran destello de luz que procede de una pequeña explosión. Y aún hay más.


A 1.052 fotogramas por segundo todo es diferente.


Lo que nos parece una luz que se enciende y se apaga en un instante resulta que es una explosión que para un espectador a escala atómica casi podría constituir un Big Bang. Por fortuna puedes star tranquilo que estas explosiones ya no tienen lugar en nuestras actuales cámaras fotográficas, que utilizan unos flash con tecnología bien diferente, en un incesante avance.


El vídeo corresponde con el flash incandescente de una de esas viejas bombillas que se utilizaban a tal fin hace años y que, por supuesto, eran de un único uso. Quizá hoy no andaríamos tan tranquilos sabiendo que llevamos una colección de pequeños Big Bangs en el bolsillo,¿no?


Más información [F.Stoppers]

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