12 enero 2011

Nuevo y revolucionario diseño para la tradicional botella de vino: Martín Berasategui System



Si hay un elemento de diseño que permanece casi inalterable durante décadas es la clásica botella de vino.


Aunque ocasionalmente hay algún rico caldo que se presenta en un envase que introduce alguna sutil variante en sus líneas, es casi un estándar que admite pocas opciones más allá de cierta estilización (para cavas, vinos dulces…) o ampliación del tamaño para dar cabida a las medidas y capacidades extraordinarias como el magnum (1,5 litros), el imperial (6 litros) o el nabucodonosor (15 litros). Pero la línea, el diseño base, permanece inalterable desde hace décadas.


Ha tenido que llegar un revolucionario de la cocina, Martín Berasategui, para idear un nuevo tipo de formato de botella que presenta la particularidad de tener en su parte inferior una forma que evita que los posos del vino se viertan en la copa. Y aún hay más.
Se denomina Martín Berasategui System, y puede contribuir de manera decisiva a que no volvamos a comer posos mientras bebemos vino.


Galardonado con el premio "Oscar de l´emballage" en Paris, este recoveco en el culo de la botella decanta los posos y las impurezas, evitando que caigan en la copa al servir el vino. Gracias a ese ángulo recto presente en el interior, en el fondo de la botella (donde dicen que a veces se oculta la verdad), al volcar la botella para servir quedan retenidos evitando que la última copa lleve "premio".


Un avance, sin duda, que nuestro paladar agradecerá y que confirma lo acertado de que los grandes chefs a veces salgan un poco de los fogones y se adentren en los laboratorios de la industria que rodea la cocina. 


Más información [Martín Berasategui System]

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