Antonio Ventosa y Cristina Sánchez-Porro acaban de publicar un trabajo en el número de diciembre de la revista International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology en el que anuncian haber descubierto una nueva bacteria extremófila en el casco hundido del Titanic: por ello ha pasado a llamarse Halomonas titanicae.
La llamada Halomonas titanicae viene a sumarse a otras 66 especies del género Halomonas, un conjunto de especies capaces de vivir en condiciones de alta salinidad.
Ventosa lleva más de 30 años dedicado al estudio y clasificación de estas bacterias y en ese tiempo se ha convertido en la primera referencia mundial para este grupo. La primera fue descubierta en las Antillas Holandesas en 1980.
El pecio del mítico barco fue encontrado en el océano Atlántico a casi 3.800 metros de profundidad, con las condiciones de presión, salinidad y ausencia de luz que esto conlleva. Así pues, este tipo de formas de vida son utilizadas por los científicos como modelo de la vida que podría haber en otros planetas.
Vía | El Mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario