30 octubre 2010

Hasta donde llegamos con el 3G, al Everest.


Y buscando llegar al número uno de los avances más útiles para el ser humano de la semana, nos llega la noticia de que el monte Everest, el pico más alto del mundo con 8.848 metros sobre el nivel del mar, dispondrá próximamente de conexión inalámbrica 3G.


La encargada de ello será la compañía Ncell, perteneciente al grupo TeliaSonera, y que instalará una base 3G a 5.200 metros de altitud, una distancia suficiente para dar cobertura a la cima más alta de la montaña.


Lo primero que se nos viene a la cabeza es frivolizar con frases del tipo "Por fin se podrá twittear al llegar a la cima" o "un destino más para marcar en Foursquare" y, en definitiva, pensar que poner algo así en un lugar tan recóndito no tiene mucho sentido.


Por otro lado, y tras darle algunas vueltas, surgen otras utilidades con algo más de sentido como poder informar de incidentes que surjan en la travesía de los escaladores o simplemente dar la oportunidad de contactar con los familiares tras un largo día sobre la nieve.

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