26 septiembre 2010



Las ciencias avanzan que es una barbaridad y la informática no es una excepción. Se han puesto muchos ejemplos, pero uno de los últimos es de los más clarificadores. Esencialmente es una comparativa entre un iMac de 1998 (un ordenador de sobremesa) y el último móvil de Apple, el iPhone 4. El ganador, como era de esperar, es el teléfono. Todos los detalles de esta curiosa comparativa, tras el salto.

Así, tras la vuelta de Steve Jobs a Apple, y tras la presentación del iMac comenzó lo que para algunos es el resurgimiento de la compañía (curiosamente, con ayuda de Microsoft, que puso dinero en la compañía a cambio de que Apple ofreciera algunos de sus productos). En cuanto a las diferencias entre ambos productos, que un móvil pese 7 veces menos que un ordenador no es ninguna sorpresa. Lo que llama la atención es que, valiendo aproximadamente la mitad tenga 16 veces más memoria y 8 veces mayor capacidad de almacenamiento

Además, el iOS no tiene nada que envidiar al MacOS que llevaban los iMac (ya que el hecho de que el iMac no tuviese una tienda de aplicaciones para algunos es una ventaja y para otros es una desventaja). Por cierto, en 10 años el negocio principal de Apple también ha cambiado, pues en 2009 se vendieron en total 10 millones de Macs (de sobremesa y portátiles), mientras que el número de iPhones vendidos durante el mismo período fue de 45 millones. ¿Qué nos deparará la informática dentro de 10 años? ¿Veremos en 2020 un dispositivo del tamaño de un clip que sea mejor que el iPhone 4? Quien sabe, lo mismo no se acaba llamando iClip.

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