Muy pero muy malas las noticias con las que nos hemos levantado hoy en Europa: Netflix cancela sus planes de expansión por Europa. Como si me acabaran de echar un jarro de agua fría, así es como me he quedado al leer esta noticia. Después de meses con la ilusión de saber que Netflix por fin desembarcaría en España para comienzos del próximo 2012, ver que ahora se echan para atrás, nos ha dejado a todos como huérfanos.
Que las cosas no andaban precisamente bien en Netflilx ya se intuía por su errática política comecial: primero aumentan la cuota de abono en Estados Unidos nada menos que un 60%, luego desligan el envío de películas en DVD de su marca principal para crear Qwikster (para más tarde retractarse y negar todo lo anterior) y finalmente ayer mismo se anunciaba que la casa perdía nada menos que 800.000 suscriptores (ahí es nada). Visto lo visto y ante una pérdida de valor de sus acciones de un impactante 35% en una sola sesión (debido a esa sangría de clientes), la compañía ha replegado velas y se está replanteando su estrategia de expansión internacional.
Con un mercado interior (en USA) saturado y lleno de competidores, la única vía de expansión que le quedaba a la compañía era el extranjero. Comenzó este mismo mes de septiembre con América Latina, siendo Europa su segundo puerto franco al que llegaría a comienzos de 2012. Los malos datos económicos han truncado totalmente estas perspectivas y hoy nos desayunamos con la noticia de que por el momento Netflix se retira (más bien ni llega a pisar) del viejo continente. Esta noticia salta justo un día después de que confirmara sus planes de expansión para Reino Unido e Irlanda, que al parecer (y por el momento) mantiene. Evidentemente, no es lo mismo desembarcar en un país anglosajón con un mercado y mentalidad muy similar a la de Estados Unidos; que iniciar andadura en Italia o España. Así que el resto de Europa nos quedaremos con las ganas.
En España, el desierto que crea esta noticia es total, puesto que los servicios de streaming por tarifa plana de calidad y con un buen catálogo de títulos son prácticamente inexistentes. Si algunos pensaban que las dificultades de implantación en España estarían en la SGAE, ya ven que al final, ha sido la crisis económica la que nos ha dejado con las ganas. En fin, ahora toca sufrir….
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